Una prensa libre es fundamental para los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho. Sin embargo, en todo el mundo hay periodistas que no pueden hacer su trabajo y, a menudo, se enfrentan a amenazas, violencia e incluso la muerte en su misión de sacar a la luz la verdad y pedir cuentas a los poderosos.
En los últimos años se ha registrado un alarmante índice de víctimas mortales en las zonas de conflicto, especialmente en Gaza, donde se ha producido el mayor número en décadas de asesinatos de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación en una guerra.
Se calcula que, en todo el mundo, 9 de cada 10 asesinatos de periodistas quedan impunes. La impunidad genera más violencia. Eso es algo que tiene que cambiar.
El Pacto para el Futuro, adoptado el mes pasado, pide que se respete y proteja a los periodistas, profesionales de los medios de comunicación y personal asociado que trabajan en situaciones de conflicto armado.
Insto a los gobiernos que hagan realidad estos compromisos adoptando medidas urgentes para proteger a los periodistas, investigar los delitos cometidos contra ellos y procesar a los autores, en todas partes.
Juntos, pongamos fin al ciclo de violencia, defendamos la libertad de expresión y garanticemos que los periodistas puedan llevar a cabo su esencial trabajo con seguridad y sin miedo, en todas partes.