Una nueva normalidad
Una hoja de ruta para levantar las economías y salvar empleos después de COVID-19.
La urgente crisis sanitaria que es COVID-19 ha creado una recesión histórica y una crisis humana sin precedentes. Frente a este panorama mundial, la ONU ha presentado una hoja de ruta para levantar las economías y salvar los empleos después de la pandemia. Se trata del "Marco de las Naciones Unidas para la respuesta socioeconómica inmediata a COVID-19: Responsabilidad compartida, solidaridad mundial y medidas urgentes en favor de las personas más necesitadas".
Cuando en marzo de 2020 el Secretario General, António Guterres, presentó su informe sobre las repercusiones socioeconómicos de COVID-19 "Responsabilidad compartida, solidaridad mundial", señaló que "No se trata sólo de una crisis sanitaria, sino también de una crisis humana; una crisis de empleo; una crisis humanitaria y una crisis de desarrollo.”
En ese sentido el nuevo marco pide un aumento extraordinario del apoyo internacional y del compromiso político para garantizar que las personas de todo el mundo tengan acceso a los servicios esenciales y a la protección social al tiempo que llama a la protección de los empleos, las empresas y la calidad de vida.
Esto es particularmente urgente considerando que 4.000 millones de personas, más de la mitad de la población mundial -incluidos dos de cada tres niñas y niños- carecen de protección social o ésta es inadecuada.
Para evitar que miles de millones de personas caigan en la pobreza y para reducir los efectos de COVID-19, las Naciones Unidas piden que se amplíe extraordinariamente el apoyo para hacer frente a los desafíos que se avecinan, incluido el mecanismo de respuesta inmediata de protección social que tenga en cuenta a los grupos vulnerables, las niñas, los niños, las mujeres y las personas del sector no estructurado.
Por su parte, las Naciones Unidas se enfocarán en cinco corrientes principales en su respuesta, que sitúan a las comunidades en el centro de los esfuerzos de recuperación:
1. proteger los servicios de salud existentes y fortalecer la capacidad de los sistemas de salud para responder al COVID-19;
2. ayudar a las personas a hacer frente a la adversidad, mediante la protección social y los servicios básicos;
3. proteger los empleos, apoyando a las pequeñas y medianas empresas, así como a las y los trabajadores del sector no estructurado mediante programas de recuperación económica;
4. orientar el aumento necesario del estímulo fiscal y financiero para que las políticas macroeconómicas beneficien a las poblaciones más vulnerables y fortalecer las respuestas multilaterales y regionales; y
5. promover la cohesión social e invertir en sistemas de resistencia y respuesta dirigidos por las comunidades.
Si bien los fondos de todas las Agencias, Fondos, Programas y Proyectos de las Naciones Unidas se ajustarán a las acciones para enfrentar del COVID-19, se necesitarán fondos adicionales.
Para apoyar estos esfuerzos, el Secretario General puso en marcha el Fondo de las Naciones Unidas para la recuperación y la respuesta a la pandemia COVID-19, un mecanismo de fondo inter agencial de las Naciones Unidas para ayudar a los países de bajos y medianos ingresos en los que se ejecutan programas a superar la crisis de salud y desarrollo provocada por la pandemia por el COVID-19 y apoyar a las personas más vulnerables a las dificultades económicas y los trastornos sociales. Se prevé que las necesidades financieras del Fondo asciendan a 1.000 millones de dólares en los primeros nueve meses y se examinarán posteriormente. El Secretario General también pidió que se diera una respuesta multilateral que representara, por lo menos, el 10% del producto interno bruto (PIB) mundial, a fin de dar la respuesta más eficaz a la crisis sin precedentes en el mundo.
Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG), el marco de las Naciones Unidas para la recuperación social y económica.
"Todo lo que hagamos durante y después de esta crisis debe estar fuertemente enfocado en la construcción de economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles que sean más resistentes frente a las pandemias, el cambio climático y los muchos otros desafíos mundiales que enfrentamos", ha señalado António Guterres.