Estos jóvenes no solo están forjando nuestro futuro, sino también exigiendo que sea justo, inclusivo y sostenible.
El lema de este año, “Empoderar a los jóvenes para que formen las familias que desean en un mundo justo y esperanzador”, reafirma la promesa de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de 1994: todas las personas tienen derecho a tomar decisiones informadas sobre su vida y sobre su futuro.
En la actualidad, muchos jóvenes pasan por situaciones de incertidumbre económica y desigualdad de género, padecen problemas de salud o están expuestos a los efectos de la crisis climática y los conflictos.
Pese a ello, lideran con valentía, conciencia y claridad. Y exigen unos sistemas que protejan sus derechos y respalden sus decisiones.
Insto a los países a que inviertan en políticas que garanticen el acceso a la educación, la atención de la salud y el trabajo decente, así como la protección plena de los derechos reproductivos de la juventud.
Apoyemos a los jóvenes y construyamos un futuro en el que cada persona pueda forjar su propio destino en un mundo justo, pacífico y rebosante de esperanza.