En este primer Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones, celebramos esa convicción y la rica diversidad de civilizaciones como una fuerza para promover el entendimiento mutuo y la solidaridad mundial.
Hoy, esa misión es más urgente que nunca.
Allí donde no hay diálogo, la ignorancia colma ese vacío.
En todo el mundo aumentan las voces de intolerancia y xenofobia, amplificadas por la información errónea y el discurso de odio en línea.
En nuestro mundo fracturado, el diálogo no es opcional; es esencial para construir puentes de entendimiento y confianza.
Igual de esencial es la labor de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas, reforzada por la plataforma mundial para el diálogo que ha creado a lo largo de los dos últimos decenios.
Este Día Internacional es una llamada a la acción. Una llamada a escuchar, a hablar, a entablar contactos.
Respondamos al odio con humanidad.
Escuchemos con el corazón y la mente abiertos.
Escojamos el diálogo frente a la división.
Esforcémonos por ser una familia humana, rica en diversidad, unida en la solidaridad, e igual en dignidad y derechos humanos.