Y falta que hace.
La Tierra es víctima de la moda.
En la producción textil se utilizan generalmente miles de sustancias químicas, muchas de ellas nocivas para las personas y el medio ambiente.
Se consumen una gran cantidad de recursos, como tierras y agua.
Y se expulsan gases de efecto invernadero, lo que agudiza la crisis climática.
Pero la producción de ropa mantiene un ritmo alarmante.
Y el desperdicio textil es enorme: cada segundo se incinera o se destina al vertedero el equivalente a un camión de basura lleno de ropa.
Necesitamos un enfoque diferente: uno que permita cumplir el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia de producción y consumo sostenibles.
Hay señales que invitan a la esperanza.
Cada vez más, los consumidores están exigiendo sostenibilidad.
Existen importantes iniciativas que atraen la participación de empresas, asociaciones del sector, la sociedad civil y otros para impulsar la sostenibilidad en el mundo de la moda y el textil.
Entre estas se cuentan la Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática, facilitada por las Naciones Unidas, y el Pacto de la Moda, lanzado por el Gobierno de Francia.
Además, la Junta Consultiva de las Naciones Unidas sobre Cero Desechos está congregando a distintos asociados para poner fin a los desechos, incluidos los textiles, y apoyar la consecución de los ODS.
Pero debemos hacer más para lograr un cambio:
Los consumidores, en el momento de elegir;
La juventud y la sociedad civil, a través de la concienciación;
Los Gobiernos, mediante normativas para promover la sostenibilidad y empleos dignos;
Y las empresas, optando por la circularidad, la reducción de desechos y el uso eficiente de los recursos en todas sus cadenas de suministro.
En este Día Internacional de Cero Desechos, comprometámonos a que el sentido de la moda tenga sentido para las personas y el planeta.