Conoce una experiencia de voluntariado ONU con población shipibo-konibo
Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Como todos los años, el 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en todo el mundo. Una oportunidad para hablar de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra esta población, sus necesidades, así como de los esfuerzos que se realizan para reducir las desigualdades en el país.
La falta de acceso a servicios básicos como educación, salud, y al sistema de justicia afecta tanto a la niñez, adolescencia, como a los adultos y adultos mayores. Aunque el camino para acortar las brechas y que los pueblos indígenas dispongan de las mismas posibilidades aún es largo, desde el sistema de Naciones Unidas diversas agencias, fondos y programas se han sumado a los esfuerzos para que gocen de sus derechos.
En Voluntarios ONU, convocamos a profesionales con diversos perfiles a comprometerse con la misión de estas organizaciones de las Naciones Unidas y a contribuir con los desafíos actuales a través del voluntariado. Te invitamos a conocer la experiencia de un voluntario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) que trabaja de cerca con pueblos indígenas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
Freddy Vargas es un enfermero de 47 años que se desempeña como gestor comunitario en UNICEF desde hace dos años. Su trabajo como voluntario de las Naciones Unidas en la región de Ucayali contribuye con las acciones que realiza este fondo en los distritos de Callería y Masisea, de la provincia de Coronel Portillo. En sus actividades diarias realiza acompañamiento en la gestión y liderazgo comunitario con población principalmente shipipo-konibo.
El propiciar espacios de cogestión le trae también tareas en el fortalecimiento de capacidades en liderazgo comunal, así como de aplicación del enfoque de interculturalidad para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes. Sus más de 15 años de experiencia e interés en trabajar en procesos de desarrollo con población indígena lo han llevado a especializarse en protección de la infancia y a propiciar encuentros entre servicios y comunidad a través de acuerdos.
“Antes trabajé en actividades asistencialistas que cumplían un propósito, pero ahora mi trabajo es brindar conocimientos, facilitar procesos para que la comunidad pueda desarrollarse y desde ellos propiciar espacios en que los niños, niñas y adolescentes crezcan en un espacio adecuado. Eso lo hace diferente. Me siento identificado y comprometido con el voluntariado y agradezco la oportunidad de servir en esta posición con pueblos indígenas que, aunque están en situación de vulnerabilidad, tienen una riqueza de conocimientos muy grande”, expresó el voluntario.
Para Freddy las situaciones que ve en el territorio le recuerdan experiencias propias en las que también encontró falta de oportunidades y acceso a servicios de calidad. Su conocimiento de la realidad y experiencia son parte del valor agregado que le ayudan a conectar con la población y a realizar las visitas a las cinco comunidades con aproximadamente 2500 personas de la población shipibo-konibo.
El ser voluntario con UNICEF le ha permitido realizar labores de impacto para la comunidad relacionados a la participación de niños, niñas y adolescentes en espacios de participación y el liderazgo comunal de las mujeres. Siente que puede disfrutar de lo que hace a la vez que recibe un estipendio para cubrir sus necesidades básicas. Además, de acceder a oportunidades de capacitación y desarrollo en el sistema de Naciones Unidas.
“He aprendido la lengua y la hablo en un nivel básico. Entiendo lo que ellos me dicen y me puedo comunicar de manera sencilla, lo que me ayuda para tender puentes y conectar. De ahí puedo identificar mejor las necesidades y promover el diálogo intercultural. Esta población también maneja palabras en español, pero cuando se trata de emociones se pueden entender mejor en su propia lengua porque son más profundas”, resaltó Freddy.
Freddy, es una de las aproximadamente 200 personas que decidieron realizar voluntariado en la ONU Perú y contribuir desde sus conocimientos y experiencias para alcanzar la agenda 2030 y no dejar a nadie atrás.