Las comunidades indígenas en el centro de la respuesta al VIH en Perú
“Hay mucha violencia sexual y siempre queda impune", dice Romer Orrego Ikam, presidente del Consejo Aguaruna y Huambisa en Condorcanqui.
“Pensé, ¿por qué no podemos crear espacios en las comunidades donde existe una necesidad de abordar estos temas?”
“El logro que más me enorgullece es ser parte de esta población y no avergonzarme de mis raíces ni de dónde vengo. Seguiremos luchando, esforzándonos y trabajando para que las cosas funcionen de la mejor manera para nosotros. Por la justicia, por la equidad, por el derecho a la salud, por el derecho a la vida y si es que alguien muere, a una muerte digna. Esto me permite estar orgulloso de lo que soy y de lo que hago”.
Son palabras de Fernando Chujutalli, indígena del pueblo de Lama y coordinador regional de la Coalición de Poblaciones Indígenas de América Latina y el Caribe en la Respuesta al VIH.
Fernando es también representante en el Grupo de Cooperación Técnica Horizontal que reúne a los responsables de los programas de VIH de los ministerios de salud y otras partes interesadas de la región.
En la provincia de Condorcanqui, en el norte de Perú, muchas comunidades indígenas viven en condiciones de extrema pobreza. La falta de acceso al transporte, la dependencia de curanderos tradicionales, la violencia sexual, el estigma del VIH y servicios que no tienen en cuenta estas circunstancias únicas, han dado lugar a una prevalencia del VIH del 1,8%, cuatro veces superior a la media nacional. En una zona con 57 000 habitantes, en su mayoría indígenas*.
Romer Orrego Ikam es uno de los defensores más jóvenes de la comunidad indígena Awajún-Wampis. Ahora es presidente del Consejo de Aguaruna y Huambisa en Condorcanqui y representante de la población indígena en una instancia nacional de coordinación multisectorial en salud. Romer comenzó su activismo a los 20 años.
“Empecé a crear y gestionar instituciones educativas como espacios seguros para los niños», dice Romer. «Hay mucha violencia sexual, y siempre queda impune. Pensé, ¿por qué no podemos crear espacios en las comunidades donde existe una necesidad de abordar estos temas?”, añade.
El trabajo de Romer incluye convencer a la gente de que el VIH no es «brujería».
A su vez, Fernando habla de los retos que surgen cuando la gente confía en los curanderos tradicionales:
“Tenemos que concientizar sobre el VIH a los curanderos tradicionales, las comadronas, los agentes de salud comunitarios, los chamanes, los ayahuasqueros, los espiritistas".
De momento, los indígenas reciben el diagnóstico del VIH del personal sanitario estatal, pero no sabemos hasta qué punto entienden y son entendidos”.
Lourdes Huanca Atencio es presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas de Perú (FENMUCARINAP).
“Hacemos talleres de salud sexual y reproductiva. Realizamos pruebas rápidas de VIH. Proporcionamos preservativos y formación sobre cómo pueden protegerse las mujeres”, menciona.
Al menos 15 miembros de las comunidades indígenas de Condorcanqui han recibido formación en salud sexual y reproductiva. Para Lourdes, esto no es suficiente: “FENMUCARINAP quiere que los médicos y enfermeras que tratan el VIH tengan sensibilidad humana y comprendan la brutal discriminación que sufrimos los pueblos indígenas originarios en nuestra tierra”, recalca.
Los esfuerzos de defensa de las comunidades indígenas han dado sus frutos. En septiembre de 2023, la autoridad provincial de Condorcanqui declaró el VIH como un problema de salud pública. Se comprometió a diseñar y aplicar estrategias para abordar el VIH con un enfoque intercultural, y a introducir el VIH como tema clave en la Mesa de Lucha contra la Pobreza de Condorcanqui.
Las comunidades indígenas siguen desempeñando un papel a nivel local, provincial y nacional, abogando por la integración de los servicios comunitarios indígenas y los conocimientos tradicionales en los planes de salud pública. Su participación y liderazgo son fundamentales para garantizar que las comunidades reciban los servicios que necesitan urgentemente para detener la epidemia de VIH en la región de Amazonas.
*El estudio “Adherencia al tratamiento antirretroviral en personas de poblaciones Awajum y Wampis que viven con VIH/SIDA en la región Amazonas”