Al tiempo que las potencias coloniales, entre otros actores, cometían crímenes atroces contra ellos.
En el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos, rememoramos y honramos a los millones de africanos y africanas que fueron víctimas de la trata y la esclavitud.
Sus vidas estuvieron subyugadas por el terror, pues soportaron violaciones, flagelaciones, linchamientos y otras atrocidades y humillaciones.
Muchos de quienes organizaron y dirigieron la trata transatlántica de esclavos amasaron inmensas fortunas. Y, mientras tanto, los esclavos y esclavas se veían privados de educación, asistencia médica, oportunidades y prosperidad.
Esto sentó las bases de un violento sistema de discriminación fundamentado en la supremacía blanca cuyos ecos aún resuenan hoy en día.
Tanto las personas que descienden de los africanos y africanas que fueron esclavizados como las personas afrodescendientes siguen luchando por la igualdad de derechos y libertades en todo el mundo.
Hoy, como cada día, repudiamos el legado de este horrendo crimen de lesa humanidad.
Pedimos que se creen marcos de justicia reparadora que ayuden a superar la exclusión y la discriminación sufridas durante generaciones.
Reclamamos el espacio y las condiciones indispensables para hacer posibles la sanación, la reparación y la justicia.
Y, sobre todo, nos proponemos trabajar por un mundo libre de racismo, discriminación, fanatismo y odio.
Unámonos en el recuerdo de las víctimas de la trata transatlántica de esclavos para defender los derechos humanos, la dignidad y las oportunidades para todo el mundo.