Perú impulsa cooperación de países de América Latina y el Caribe para fortalecer la paz y la seguridad en el mundo

Lima, 8 de septiembre de 2022 .- Autoridades de alto nivel de la región participaron el 6 y 7 de septiembre en la Primera Conferencia de América Latina y el Caribe sobre Operaciones de Paz con sede en Lima. El evento tuvo como objetivos aumentar la participación de los países de la región en las operaciones de paz de las Naciones Unidas, actualizar sus conocimientos sobre mantenimiento de la paz e identificar barreras que afectan o limitan la participación de las mujeres en dichas actividades.

Como resultado de la conferencia, 16 países de América Latina y el Caribe suscribieron la Declaración de Lima, “Vivir en Paz”, con la que acordaron establecer la Relacopaz, la primera red de cooperación regional en el campo de las operaciones para el mantenimiento de la paz. La red nace con los objetivos de promover una mayor participación y colaboración regional en las operaciones de paz, fortalecer las capacidades y el intercambio de buenas prácticas, así como profundizar en el conocimiento de las barreras para la participación de las mujeres en la prevención de conflictos y el mantenimiento de la paz.

El Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Operaciones de Paz, Jean-Pierre Lacroix, destacó el liderazgo de la región en esta área y enfatizó la necesidad de redoblar los esfuerzos y la colaboración para implementar la estrategia Acción por la Paz (A4P+, por sus siglas en inglés) que aborda los desafíos y amenazas para el mantenimiento de la paz en el mundo. “La Relacopaz puede jugar un papel importante en garantizar que las operaciones de mantenimiento de la paz cuenten con las capacidades y mentalidad correctas, en el lugar correcto y en el momento correcto”, señaló.

Desde la perspectiva de las Naciones Undias, las operaciones de paz son uno de los instrumentos más eficaces para ayudar a los países en conflicto a recorrer el difícil camino hacia la paz. Ello gracias a sus fortalezas únicas, incluida la legitimidad, la distribución de los esfuerzos y la capacidad de desplegar y mantener personal policial, militar y civil de diferentes países, buscando promover el cumplimiento de los mandatos emitidos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Fortalecer el apoyo a su misión es fundamental para construir sociedades más prósperas y pacíficas.

El compromiso del Perú con la paz

El Perú inició su participación en las Misiones de Operaciones de Paz en 1958, brindando apoyo a la Misión de Paz Libanesa (UNOGIL) con diez observadores militares. Actualmente, es el 53º contribuyente a operaciones de paz en el mundo, con un total de 232 efectivos aportados a la MINUSCA (República Centroafricana), MONUSCO (República del Congo), UNISFA (Abyei), UNMISS (Sudán del Sur) y UNIFIL (Líbano).

El Presidente del Perú, Pedro Castillo, recordó el compromiso del Estado peruano con las operaciones de paz en el mundo, con los ideales de las Naciones Unidas y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “No hay forma de construir una sociedad más justa y equitativa mientras los conflictos sociales acechan al mundo, especialmente a las poblaciones más postergadas y vulnerables (…) Por eso, una de nuestros mayores desafíos es continuar trabajando por la paz, la estabilidad y la gobernabilidad”, afirmó.

A su vez, el General Birame Diop, Subsecretario General de la Oficina de Asuntos Militares de las Naciones Unidas, reconoció el valioso aporte del Perú a las operaciones de paz y destacó la loable misión de las Fuerzas de Paz. “Quiero prestar especial tributo a las mujeres y hombres que actualmente se encuentran sirviendo con las Naciones Unidas, quienes trabajan para preservar la paz, proteger a la población civil y mejorar la calidad de vida de las personas”.

Las mujeres y las comunidades al centro de los esfuerzos de paz

Igor Garafulic, Coordinador Residente de las Naciones Unidas en el Perú, recordó que, tal como lo reconoce la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, existe una estrecha relación entre la paz y la seguridad, y el desarrollo y los derechos humanos. “La sostenibilidad, la reconstrucción y el fortalecimiento de las sociedades dependen de garantizar las condiciones mínimas para que las instituciones nacionales y locales puedan reagruparse y buscar objetivos comunes que guíen su desarrollo y bienestar. Por ello, resulta fundamental trabajar de la mano con las comunidades locales en todas las etapas de un conflicto para encontrar conjuntamente una salida a este”, expresó

La conferencia hizo especial hincapié en la necesidad de comprender la situación actual, las barreras y el papel de las mujeres en las operaciones de paz en la región, con miras a aumentar la participación de las mujeres. En contextos de conflicto, cuando las mujeres integran la mesa de negociación, los acuerdos de paz suelen ser más efectivos y duraderos, aumentando en un 35% la posibilidad de que duren más de quince años. Pese a esto, aún existe una abismante brecha en la participación significativa de las mujeres en la toma de decisiones sobre paz y seguridad. Por ejemplo, en 2020, las mujeres representaban solo el 23% de las delegaciones de procesos de paz dirigidos por Naciones Unidas, y un 5,2% de las tropas militares.

Para lograr remontar esta situación, María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, propuso reforzar la implementación de la iniciativa A4P+, en especial, su llamado a integrar el análisis de género en las políticas de seguridad. “El género debe ser un modo de análisis transversal en el quehacer militar y policial para mejorar la credibilidad y la eficacia operativa. Ello implica aumentar la financiación para la agenda de mujeres y paz; apoyar los sistemas de cuotas; incrementar la participación de las mujeres en roles de liderazgo y aumentar la rendición de cuentas del personal de mantenimiento de paz, entre otras medidas”.