Blog: Un enfoque de derechos humanos
Por Igor Garafulic, representante de la ONU en el Perú, con ocasión del Día de los Derechos Humanos 2021.
En 1945, la Carta de las Naciones Unidas estableció los tres pilares fundacionales del sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): paz y seguridad, derechos humanos y desarrollo. Un 10 de diciembre de 1948 se adoptó uno de los documentos más importantes para la historia de la humanidad: la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Desde entonces, los derechos humanos han sido el pilar central del trabajo de las Naciones Unidas, en el Perú y en el mundo. Así se puede constatar en el nuevo Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible que acabamos de firmar con el Gobierno del Perú para el periodo 2022 – 2026.
Si bien nuestro Marco de Cooperación está alineado a los compromisos internacionales del Gobierno peruano en materia de desarrollo sostenible, igualdad de género, cambio climático, reducción de riesgo de desastres, prevención del delito, justicia y migración, es el enfoque de derechos humanos lo que inspira nuestro trabajo en cada una de estas áreas de acción.
¿Pero qué significa un enfoque de derechos humanos?
Significa que, al abordar cada tema junto a nuestros socios locales, ya sea el Gobierno o las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado o la academia, prima en el análisis de la situación las desigualdades que se encuentran al centro del problema que buscamos superar. Significa analizar las prácticas discriminatorias – a menudo invisibilizadas – como generadoras de las condiciones que impiden el progreso de ciertos grupos de la población: mujeres, personas con discapacidad, población indígena o afrodescendiente, personas LGBTI, adultos mayores, migrantes, refugiados, entre otros.
No se trata de un enfoque paternalista, como se suele entender, sino de un marco conceptual para abordar el desarrollo humano con base en los estándares internacionales de derechos humanos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en los posteriores instrumentos de derecho internacional inspirados en ella.
Un enfoque de derechos humanos significa orientar nuestro trabajo en cada tema y con cada sector de la población, hacia la promoción y la protección de los derechos humanos, reconociendo a las personas como titulares de derechos y agentes de cambio. Esto significa también prestar atención al desarrollo de la capacidad de aquellos responsables de garantizar los derechos de las personas para que cumplan sus obligaciones. Un enfoque de derechos humanos implica también impulsar los principios de participación y rendición de cuentas.
Hoy la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible constituyen la hoja de ruta para todos los países comprometidos con cerrar las brechas y con garantizar en ese camino la vigencia plena de los derechos humanos, para que nadie se quede atrás.
En ese sentido, las Naciones Unidas insiste en la importancia de diseñar políticas públicas orientadas a atender especialmente a las personas que enfrentan una situación de discriminación, de manera directa o indirecta, por motivos como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, las propiedades, la orientación sexual, la identidad de género, el nacimiento o cualquier otra condición, y a las personas en situación de vulnerabilidad como las reconocidas en el Plan Nacional de Derechos Humanos 2018-2021: mujeres; niños, niñas y adolescentes; personas con discapacidad; refugiados y migrantes; personas LGTBI; personas viviendo con VIH y TBC; personas trabajadoras domésticas; víctimas del período de violencia 1980-2000; pueblo Afroperuano; pueblos Indígenas; personas Adultas Mayores; personas defensoras de derechos humanos; personas privadas de libertad y las poblaciones de menores de ingresos.
Este 10 de diciembre de 2021, a pocos días de iniciar la implementación de nuestro nuevo Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible para los próximos cinco años y en un contexto de reactivación económica, nos reafirmamos como Sistema de las Naciones Unidas, en el compromiso de continuar trabajando con el Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado, la academia y el pueblo peruanos, por el desarrollo sostenible basado en un enfoque que garantice la vigencia de los derechos humanos de todas las personas, sin que nadie se quede atrás.