Cacao peruano para el mundo: Los agricultores de la Amazonía peruana crecen con el comercio digital
"La calidad no es un acto. Es un hábito".
Indica el letrero que le da la bienvenida a Carlos Angulo Gonzáles cuando ingresa a las instalaciones de la Cooperativa Allima Cacao. Esta frase captura a la perfección el enfoque que el y los miembros de esta cooperativa adoptan en su trabajo diario.
Allima Cacao reúne a 400 familias de pequeños agricultores en Chazuta, un distrito ubicado en la Amazonía peruana. La mayoría de ellos son Pueblos Indígenas Kichwa, quienes recientemente pasaron por un proceso de reconversión productiva, cambiando el cultivo de hojas de coca por las plantaciones de cacao, con el apoyo del gobierno local.
Como gerente general de esta cooperativa, Carlos Angulo ayuda a los agricultores a producir, procesar y comercializar cacao. Los conecta además con la asistencia técnica, especialmente en torno a la fermentación y el secado de los granos, así como en lo relacionado a la comercialización del producto.
Debido a la COVID-19, las restricciones de desplazamiento en el país tuvieron un impacto desalentador: impidieron que los miembros de la cooperativa accedieran presencialmente a los mercados y a la asistencia técnica crucial que necesitaban para mejorar sus productos.
Fue en este contexto que Agriterra inició sus actividades como parte de la iniciativa AGRIdigitalización, una de las acciones de respuesta del Mecanismo de Estímulo del FIDA para la Población Rural Pobre.
Este esfuerzo ayudó a los pequeños agricultores y a sus organizaciones de productores en Bolivia, Guatemala, Haití, Honduras y Perú a encontrar formas innovadoras de preservar sus medios de vida durante la pandemia.
Mercados digitales
AGRIdigitalización conectó a los agricultores con servicios en línea, muchos de estos ofrecidos por pequeñas empresas tecnológicas que son dirigidas por jóvenes. Utilizando estas facilidades, los agricultores y las organizaciones de productores pudieron conectarse a nuevos mercados y accedieron tanto a asistencia técnica como a servicios financieros.
En el caso de la Cooperativa Allima Cacao, AGRIdigitalización los vinculó con una plataforma de comercio electrónico local a través de la cual pudieron vender granos y pulpa concentrada de cacao en línea. Mantuvieron así su negocio en marcha durante la pandemia. De este modo, los miembros de la organización pudieron familiarizarse con las plataformas de venta por Internet y con las tendencias de comportamiento del consumidor.
David Santos Huancas, de 27 años, es uno de los trabajadores más jóvenes de la cooperativa. Como gerente de Trazabilidad de Producto, utiliza el monitoreo en línea para seguir el proceso mediante el cual se recolectan, rastrean y venden los granos de cacao. Por eso, reconoció de inmediato el potencial de la capacitación en comercio electrónico que recibió a través de AGRIdigitalización.
“Adquirir estas capacidades es muy importante para los jóvenes, porque no sólo generamos ganancias, sino que también creamos oportunidades de trabajo para otros jóvenes y para los hijos de los cooperativistas”, indica David. Y es que estas mejoras han hecho posible que la cooperativa no sólo sobreviva a la pandemia, sino que prospere en un mundo cada vez más digital.
Nuevos productos con linaje ancestral
En medio de la afectación que sufrieron los ingresos económicos de Allima Cacao debido a la recesión económica que acompañó a la pandemia, AGRIdigitalización también ayudó a los agricultores a innovar y a desarrollar productos en base a insumos de alto valor nutricional como el macambo.
El macambo es un pariente exótico y delicioso del cacao que crece en las áreas amazónicas de Perú y de Colombia. Antes de la colonización, este ingrediente se usaba comúnmente para hacer una especie de chocolate, pero cuando llegaron los europeos prefirieron el cacao y así el macambo cayó en el olvido.
La historia ha cambiado, pues ahora los productores de Allima Cacao están desarrollando productos innovadores como el chocolate macho (mitad cacao y mitad macambo) y la harina de macambo. Ahora están cerca de lanzar un nuevo producto en base a macambo, incorporando como ingrediente a tipo de hormiga local comestible que es rica en proteínas y hierro. Hoy, usando servicios en línea, esta cooperativa se conecta digitalmente a los mercados para vender estos y otros productos de alto valor nutricional.
Actualmente, Carlos Angulo utiliza los dispositivos electrónicos y plataformas digitales para ofrecer sus productos, realizar envíos y coordinar ventas. “Si no hubiéramos sido parte de AGRIdigitalización, nuestro negocio no sería sostenible y no estaríamos ofreciendo nuevos productos”, reconoce. “El proyecto despertó nuestro interés para buscar nuevos mercados y oportunidades”.
Oportunidades en un mundo cambiante
El cambio climático está representando un desafío para el compromiso de Allima Cacao con la calidad. Por ejemplo, durante junio de 2022 llovió constantemente en la zona, siendo ese un mes que no suele presentar lluvias. Junio era tradicionalmente un mes apropiado para secar al sol los granos de cacao, pero este cambio meteorológico cambió los planes y provocó que la calidad de varios lotes se degrade.
No obstante, la cooperativa encontró soluciones mediante el trabajo colectivo y el soporte técnico en línea. Desarrollaron unas innovadoras bandejas retráctiles de secado, de modo que los granos de cacao que estuvieran al sol pudieran guardarse rápidamente si es que llovía. También adoptaron un enfoque de economía circular, gracias al cual el 100 % de la mazorca de cacao se usa ahora para hacer productos como miel y té. “No solo debemos utilizar el grano, que es el 20 % de la vaina entera, sino también la cáscara, la pulpa, etcétera”, enfatiza Carlos Angulo.
Los agricultores mayores también están satisfechos con las oportunidades que ofrecen las herramientas digitales. Gening Tapullima Chashnamote, de 57 años, es uno de ellos. Él cuida con esmero sus plantaciones de cacao, que quedan a una hora río arriba de la sede de la cooperativa. Gening ha aprendido con entusiasmo sobre los nuevos modelos de negocio y con ello ha logrado los más altos estándares de calidad para su cacao. “Me siento muy orgulloso de compartir lo que produzco”, dice.
Innovar para el futuro
La innovación es tan importante para los pequeños agricultores y las comunidades indígenas de la Amazonía como para los gigantes tecnológicos de Silicon Valley. Por eso, usar nuevas herramientas de manera efectiva y encontrar nuevos enfoques para las prácticas tradicionales es fundamental, pues les permite adaptarse a los impactos del cambio climático y generar mayores recursos, mientras alimentan al mundo con insumos de calidad.