Políticas transformadoras para lograr los ODS
Por Gonzalo Alcalde, jefe de Equipo, Oficina de Coordinación Residente.
Cuando se cumplió el primer ciclo de implementación de la Agenda 2030, en el año 2019, el balance ya era desafiante. A pesar de algunos importantes logros, el progreso en los ODS era desigual y no se estaba avanzando lo suficientemente rápido para cumplir los 17 objetivos en 2030. Hoy, tras el impacto multidimensional de dos años de pandemia por COVID-19, acelerar el progreso se hace aún más urgente.
Según diversos informes de Naciones Unidas, para cumplir los ODS hace falta enfocarse aún más en los cambios transformadores e integrales. Y un elemento clave para hacer esto posible es repensar las maneras convencionales de hacer políticas, especialmente las políticas públicas que abordan los problemas prioritarios de los países.
¿Cuáles son las características deseables de las políticas para el desarrollo sostenible? Ante todo, dada la interdependencia entre los ODS, se requiere prestar mayor atención a asegurar la coherencia de políticas. Según la OCDE, esta se refiere a un enfoque que integra las dimensiones económicas, sociales, ambientales y de gobernanza del desarrollo sostenible al formular políticas, considerando sus complejas interacciones.
La coherencia e integración pueden verse también desde otros ángulos complementarios: por ejemplo, la integración entre sectores o áreas sustantivas de políticas, así como entre escalas geográficas (de lo global a lo local) y del tiempo (entre corto, mediano y largo plazo). Y, además, es importante asegurar la coherencia de las políticas nacionales o locales con los compromisos y estándares asumidos a nivel internacional, como los relacionados con derechos humanos o cambio climático.
Llevar la coherencia de políticas del discurso a la práctica no será fácil y requerirá, sin duda, de nuevas capacidades, voluntad política e innovaciones institucionales. Sin embargo, es difícil imaginar que sin ella se realice una agenda transformadora y ambiciosa.
De manera complementaria a promover la coherencia de políticas, es importante acelerar la adopción de diversos enfoques que ya se han introducido en la gestión pública en el Perú y otros países. Entre ellos, usar la evidencia como base para la formulación de políticas; hacer políticas desde enfoques de derechos humanos, ciclo de vida y equidad de género; pasar de enfoques sectoriales a enfoques territoriales de las políticas; aumentar las capacidades y el compromiso con la participación ciudadana y la rendición de cuentas, incluyendo del Estado a la sociedad; fortalecer el planeamiento estratégico y su vinculación con los procesos de programación y presupuesto; y universalizar la gestión por resultados para el desarrollo en todos los niveles y procesos.