Blog: WFP Perú y Banco de Alimentos rescatan insumos de mercados mayoristas para fortalecer ollas comunes

La madrugada limeña marca los 13°C y trae la neblina y humedad que cubren a esta metrópoli afectada por la crisis socioeconómica que ha ocasionado la pandemia. Mientras la capital del Perú aún duerme, se abre la luz y progresivamente empieza el movimiento logístico y comercial en el principal mercado mayorista de Lima Metropolitana, en el distrito de Santa Anita.

Este espacio abastece de verduras, tubérculos y frutas a buena parte de la ciudad. Las ventas avanzan con la mañana, cada día, mientras 5 mil toneladas de alimentos viajan a diversos puntos para ser comprados. Pero 15 toneladas de alimentos no se venden y se descartan. 

Es ahí en donde el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas -WFP, por sus siglas en inglés-, junto al Banco de Alimentos y gracias al apoyo del Bureau para Asistencia Humanitaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID BHA), ha visto una oportunidad para salvar vidas a través de la recolección y selección de alimentos descartados, que son llevados a las ollas comunes para preparar comidas calientes y así reforzar la alimentación de miles de personas afectadas por la crisis en pandemia.

Movilizando esperanza para las ollas comunes

En cada una de las operaciones de rescate de productos, un promedio de 15 toneladas de alimentos es trasladado a un centro de acopio del Banco de Alimentos. Allí varias decenas de personas (entre colaboradores del WFP Perú, Banco de Alimentos y voluntarios de las ollas comunes) se encargan de limpiar, seleccionar y clasificar diversos productos que son parte de la gran despensa biodiversa del Perú.

Las ollas comunes son cocinas vecinales o barriales que existen como mecanismo de subsistencia alimentaria en diversos puntos del país, y se han multiplicado a raíz de la coyuntura actual. De hecho, los voluntarios que colaboran con la selección de alimentos en estas operaciones de rescate provienen de los distritos donde se desarrollan estas iniciativas.

Luego de horas de trabajo, un estimado de 10 toneladas de alimentos quedan clasificados como aptos para el consumo y son trasladados por WFP Perú a diversos comedores populares, que funcionan también como centros de distribución y entregan alimentos a las ollas y ollitas comunes, las cuales sirven comidas a miles de personas el riesgo cada día.

En los últimos 6 meses, gracias al apoyo de USAID BHA, se ha logrado rescatar más de 600 toneladas de alimentos. Dado el éxito de estas intervenciones, WFP Perú está ampliando sus operaciones de rescate de insumos junto al Banco de Alimentos en diversas regiones del país. Esto permitirá multiplicar la fuerza de las operaciones del Banco de Alimentos para brindar apoyo solidario y combatir el hambre en tiempos de pandemia.